Ya es bastante malo que una persona sienta que se está hundiendo en problemas que no tienen ningún arreglo; pero lo que es aún peor es que se sienta sola, sentir que nadie sabe lo que le está pasando y que a nadie le importa.
Si usted está revestido de las santas vestiduras de Cristo por medio del bautismo (vea Gálatas 3:27), entonces nada de lo anterior le va a ocurrir. Si usted es un creyente en Cristo, entonces Dios no solo lo ve y sabe todo sobre usted, sino que reclama y acepta la responsabilidad de todo lo que le ocurre. No hay pozo tan profundo que él no lo pueda secar; no hay una inundación tan grande que él no pueda llegar a usted para rescatarlo.
Este es un salmo para todos los hijos de Dios que sienten que se están ahogando en sus problemas en este momento: “Este pobre clamó, y lo oyó Jehová y lo libró de todas sus angustias. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que lo temen y los defiende” (Salmo 34:6,7).
Su Padre lo ve. El Salvador está con usted. Su Espíritu vive en usted. Sus ángeles están a su alrededor. En el momento justo, usted experimentará el rescate divino.
Fuente: https://www.bible.com/es-ES
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